Las anécdotas como las de estas fotos ocurren siempre, lo que pasa es que cada día es más frecuente que alguien “desenfunde” rápidamente una cámara de fotos o un teléfono móvil para captarlo.
La primera de ellas, recoge una inoportuna llamada de teléfono a un nazareno que ha olvidado silenciar su móvil. En su favor, hemos de decir que no respondió la llamada, sino que sacó su teléfono de su bolsillo para silenciarlo.
De la segunda foto, a estas alturas, hay poco que comentar que no se haya dicho ya. Tarde de viento fuerte en nuestra Almería y... ¿una falda demasiado corta?, ¿con excesivo vuelo? Ambas cosas parecen acertadas pero tampoco debemos rasgarnos las vestiduras por momentos así, son cosas que pasan.
La primera de ellas, recoge una inoportuna llamada de teléfono a un nazareno que ha olvidado silenciar su móvil. En su favor, hemos de decir que no respondió la llamada, sino que sacó su teléfono de su bolsillo para silenciarlo.
De la segunda foto, a estas alturas, hay poco que comentar que no se haya dicho ya. Tarde de viento fuerte en nuestra Almería y... ¿una falda demasiado corta?, ¿con excesivo vuelo? Ambas cosas parecen acertadas pero tampoco debemos rasgarnos las vestiduras por momentos así, son cosas que pasan.
Comentarios
Post Scriptum Malo sería si no fuera así.
Gran verdad y muy buena entrada.
Saludos.