José Ramón Suárez revive sus 32 años en la cofradía del Prendimiento

El pregón del exhermano mayor supuso un ejercicio de memoria histórica llena de sentimientos, vivencias y una profunda devoción por la Virgen de la Merced.


No fue un pregón que pudiera considerarse clásico, porque ese hubiera sido el primero de los dos que había preparado. José Ramón Suárez Fernández, exhermano mayor de la cofradía del Prendimiento, prefirió compartir el segundo que había escrito y ultimado sólo unas horas antes, un pregón convertido en una profunda introspección de vivencias y recuerdos que representan la memoria histórica de 32 años al servicio de su hermandad con una manifiesta vocación mariana declarada en una profunda devoción por la Virgen de la Merced. 

El pregonero habló de las cadenas que caracterizan a la cofradía del Prendimiento como símbolo de una fuerza y crudeza que estremecen con su sola contemplación. "Nuestra hermandad las lleva en su escudo, en la medalla y en el antifaz de los nazarenos, que es como decir que los hermanos las llevan tatuadas, a fuego, en el corazón". En su recorrido por la historia de la cofradía -64 años desde su fundación- Suárez destacó el esfuerzo ímprobo, afán de superación e inconformismo que la han caracterizado desde 1978, inicio de su segunda etapa, que la han convertido en una cofradía señera que sigue creciendo y enriqueciéndose permanentemente en valores espirituales, humanos y espirituales. 

Otro de los aspectos que José Ramón Suárez resaltó en su exposición fueron los más de 14 años de colaboración con la pastoral penitenciaria, participando los domingos y festivos en la misa de la prisión, en partidos de fútbol y otras actividades con los reclusos, dando así sentido al espíritu que envolvió a los excautivos que fundaron la hermandad. "Es hora de que identifiquemos a los presos del siglo XXI que no están en las cárceles, tenemos que trabajar por romper todas las cadenas y ser coherentes con el mensaje que queremos transmitir". 

El incendio de la Catedral en 1996 también estuvo presente en los recuerdos del pregonero, destacando la respuesta de los almerienses; y vivencias como la anécdota del robo de su coche y posterior aparición en la calle de Nuestra Señora de las Mercedes, los 30 años vistiendo la túnica de la cofradía para acompañar a la Virgen de la Merced, por quien expresó su más profunda devoción, aunque sus nietos estén encomendados por su mujer, Pilar, "al Señor de los ojos verdes, al Señor del Prendimiento". Un último mensaje fue dirigido a los jóvenes, a quienes José Ramón Suárez recordó el reto que tienen de superar el amor por los titulares. 

La Capilla del Sagrario de la Catedral quedó abarrotada con la presencia de numerosos cofrades, entre quienes el pregonero destacó el saludo a los Hermanos de Honor del Grupo de Artillería de Campaña II de La Legión y Asociación de Lupus, y la felicitación a José Luis Cantón, nuevo hermano mayor de Estudiantes.




Autor: José Manuel Quesada en el Diario de Almería.

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