Manuel Martínez recrea en su pregón el cortejo procesional de la Unidad.


No es misión fácil lograr la originalidad en la exposición de un pregón cofrade, pero la experiencia de Manuel Martínez Ramírez, expresidente de la Agrupación de Cofradías, unida a su espontaneidad y cercanía con cualquier tipo de auditorio, consiguieron atraer la atención de todos los asistentes a la exaltación realizada a la cofradía de la Unidad en la iglesia de San Ignacio de Loyola, en el barrio de Piedras Redondas, iniciada con la oración que el Padre Luis Farinello rezó en el Senado de Argentina durante la apertura del periodo ordinario de sesiones del pasado año.

"Desde nuestras vivencias cofrades, desde lo más profundo de nuestro corazón y aún sabiendo que vivimos tiempos difíciles, proclamamos hoy, más que nunca, nuestra condición de cristianos comprometidos con Dios y con los hermanos", manifestó el pregonero, quien también destacó las palabras del Cardenal Carlos Amigo, pronunciadas al recoger hace unos días el primer premio a los valores Manuel Clavero, del Grupo Joly. "Los pobres no están para que presumamos de ellos, sino para que los sirvamos", pidiendo a todos "más justicia, misericordia y caridad en la actual coyuntura de crisis".

Manuel Martínez habló de la vinculación de la Unidad con los Padres Jesuitas que dirigen la parroquia de San Ignacio, a donde se trasladaron en 1973 tras su paso por la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en el centro de la ciudad, sede que fue de la cofradía de las Angustias. Por ello, ésta sería la primera hermandad en llegar hasta San Ignacio para rendir culto a lo largo del año al Cristo de la Buena Muerte.

El pregonero realizó a continuación un repaso por la historia de la Unidad desde sus inicios en 1996 y la primera salida del año 2000 para pasar al desarrollo del cortejo procesional, originalmente escenificado por quienes forman parte del mismo. Tras una saeta cantada por Antonia Romero, fueron accediendo desde la sacristía unos niños acólitos con los ciriales que abren la comitiva penitencial, seguidos de una simbólica representación de penitentes, capataces, costaleros, mantillas y músicos; un grupo de pequeños y jóvenes cofrades que hicieron muy grande la profunda reflexión cristiana de Manuel Martínez, llenando de sonrisas y emotividad su sentida exposición.

Acompañaron al hermano mayor de la Unidad, Adrián Martínez Carretero, el presidente de la Agrupación, José Antonio Sánchez Santander; hermanos mayores de Los Ángeles, Prendimiento y Virgen del Carmen de Pescadería, y Juan Megino, exalcalde y cofrade de la Unidad. La presentación del pregonero estuvo a cargo de María del Mar Martínez, su hija, que llevó del brazo a su padre hasta el atril, "ya que él lo hará próximamente conmigo hasta el altar".

Texto y foto: José Manuel Quesada en el Diario de Almería.

Comentarios